miércoles, 5 de octubre de 2016

                       EL HOMBRE DE LA MASCARA DE HIERRO:
                    un comentario sobre la fidelidad histórica de la película.                       


En Historia se nos cuenta que, en Francia en el siglo XVII, hay un monarca absolutista, es decir, que los poderes se concentran en él. Esto se observa en los ejércitos, el clero, los nobles... En efecto, en la película el Rey hacía lo que se le antojaba, como mandar la comida a los ejércitos y no al pueblo, elegir a capricho la compañía de su Corte, etc.

El Rey al tener el poder absoluto, derrochaba el dinero del pueblo en sus lujosas fiestas. Las consecuencias fueron numerosas revueltas populares, debido a las grandes desigualdades entre privilegiados y resto de la población. El Palacio de Versalles se muestra como referencia de la ostentación de su reinado.


El monarca tenía derechos divinos, es decir, que si pecaba no le pasaría nada e iría al cielo porque Dios le puso en ese lugar. En la película lo menciona cuando está con una mujer y ésta le dice que le ha mentido y que ambos irán al infierno. El Rey, furioso, exclama que él NO, “por la Gracia de Dios”.

El Rey podía detener, encerrar, matar... cuando él quisiera, es decir, había detenciones arbitrarias y nadie le podía replicar. Todavía no existía la Ley del habeas corpus.
  
Sin embargo, en la película encontramos partes ficticias, como la existencia de un hermano gemelo (Luis XIV tenía un hermano pero dos años menor que él) y la trama que se genera a partir de él.

Y el Hombre de la Máscara de Hierro, ¿existió realmente? La respuesta es…. SÍ. Pero, ¡¿quién sería?!

Máscara del año 1699 tamaño XL

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